Cultivar la resilencia en tiempos de cambio

CULTIVAR LA RESILIENCIA EN TIEMPOS DE CAMBIO

El concepto de resiliencia ha sido un término que se ha hablado mucho últimamente. Estos tiempos desafiantes en los que vivimos, requieren que cultivemos nuestra capacidad de resiliencia. 

Tener resiliencia es un acto que en mi opinión es una decisión individual. Es algo que tengo que debemos entrenar cada día y con cada adversidad con la que nos encontramos. 

Mi definición preferida de resiliencia es la capacidad que tenemos de impulsarnos en momentos de adversidades e incluso fortalecernos. Tanto en ámbito personal como profesional de mi vida, la resiliencia es clave.

Hace tiempo decidí salir de mi área de confort, seguir la vida de emprendedor. Actualmente tengo dos startups y hasta la fecha he sorteado innumerables dificultades. ¿Pero saben lo que me ayudó a poder superarlas? tener mi propósito y una meta clara. 

Convierte las adversidades en oportunidades.

Considero que todo tiene un área de oportunidad para crecer y aprender algo nuevo.

Viktor Frankl, un psiquiatra austríaco que sobrevivió en los campos de concentración nazi. Dijo que aquellos que tienen un "por qué" para vivir, pueden soportar cualquier "cómo". ¿Estamos de acuerdo en que eso equivale a tener más resiliencia?

En un sentido más biológico cuando tenemos el propósito claro, tenemos más chispa e ilusión para vivir porque nuestro rumbo está claro. Recuerda, somos dueños de las decisiones que tomamos en nuestra vida.

Ahora si analizamos el concepto de resiliencia, se puede considerar como la cantidad de energía que puedes almacenar. Mientras mayor sea tu resiliencia, más energía tendrás disponible cuando la requieras. 

Aprovecha tu energía y tendrás mayor capacidad para autorregularte y estar en control de cómo respondes ante la vida. La clave está en poder manejar y aplicar las habilidades de control de energía, pueden incrementar tus reservas, incrementando a su vez tu capacidad de resiliencia.  

Científicamente, se puede decir que nosotros como seres humanos tenemos un ciclo de rendimiento y consecuentemente una fase de resiliencia.

Como pueden ver en la gráfica, el rendimiento de una persona normal desde que adopta un reto o desafío empieza a decaer después de los 30 a 40 días dependiendo de la persona. Entre los 20 a 30 días, es donde encontramos un rendimiento óptimo de la persona a nivel general. A partir de los 40 días es cuando observamos un colapso emocional y es aquí donde se producen los principales quiebres. Dicho esto, tenemos que ser bien conscientes de cual es nuestro límite y que medidas hemos de tomar para poder manejar nuestro rendimiento de manera sostenible. 

Yo siempre hago una analogía que nuestra resiliencia es como el arte de montar la bicicleta, de conseguir el balance perfecto para no caernos y a la vez para no soltar el manillar ni nuestros pedales. Un pedal impulsa mientras el otro se sostiene detrás. Es todo cuestión de balance.

Actualmente he desarrollado junto con Crehana, un curso que te enseñará mi metodología para determinar y desarrollar tu resiliencia. 

Al inscribirte obtendrás todos los materiales necesarios para ponerte manos a la obra.

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Jaume Casas